|
Pablo Picasso, Retrato de Olga en un sillón, 1917 |
Efectivamente, esta obra es del genio cubista. Los trabajos realizados entre los años 1916 y 1924 se cuentan entre los fenómenos más desconcertantes de su obra completa. Mientras pintaba obras como ésta, Picasso seguía experimentando con el cubismo sintético.
Siendo ya en 1916 un artista consagrado, gracias a sus contactos, pudo penetrar en el mundo del ballet y el teatro. Así, estableció estrechas relaciones con la alta sociedad, y pudo visitar Nápoles y Pompeya y admirar los originales de las obras de arte más importantes de la antigüedad clásica. La primera participación que tuvo en el teatro fue a través de los bocetos para el telón, el decorado y el vestuario del ballet "Parade":
|
Pablo Picasso, El telón de "Parade", 1917 |
La obra con la que inaugurará una sucesión de lienzos con una
gran voluptuosidad en las formas de las figuras, será La siesta, que no es más que una versión del cuadro de Van Gogh del mismo título:
|
Pablo Picasso, La siesta, 1919 |
|
Vincent Van Gogh, La siesta, 1890 |
El nacimiento de
su hijo Paul en 1921 motiva al artista a seguir pintando en la misma dinámica clasicista y, además, incluir en su obra el tema de la
maternidad. A esta etapa de Picasso pertenecen muchos de sus lienzos más sobresalientes y mundialmente conocidos. No hay más que comentar en ellos que la
pureza que desprenden las figuras, el
haz de luz que envuelven a algunas o la
combinación de claroscuro tan magistralmente plasmada en las formas:
|
Pablo Picasso, Mujer e hijo a orillas del mar, 1921 |
|
Pablo Picasso, Familia a orillas del mar, 1922 |
|
Pablo Picasso, Dos mujeres corriendo en la playa (La carrera), 1922 |
|
Picasso, La flauta de Pan, 1923 |
Como vemos, estamos ante
el pintor más prolífico de la historia del arte. Nunca dejó de reinventarse. Aún cuando ya creía haber alcanzado la gloria con la revolución pictórica del cubismo, Pablo no siguió explotando esa línea eternamente, sino que comenzó a
depurar las formas y a teñirse durante unos años del
neoclasicismo imperante hacía un siglo.
Esta etapa la culminan dos obras inacabadas, de un estilo similar al de la obra con la que se inaugura el ciclo clasicista (Retrato de Olga en un sillón):
|
Pablo Picasso, Paul vestido de arlequín, 1924 |
|
Pablo Picasso, Arlequín sentado (El pintor Jacinto Salvado), 1923 |
No hay comentarios:
Publicar un comentario