domingo, 17 de abril de 2011

Alcohólico, drogadicto y bohemio: Modigliani

"Lo que busco no es lo real ni tampoco lo irreal, sino lo inconsciente, lo instintivo de la raza". Amedeo Modigliani

Desnudo rojo, 1917

Nada más nacer, el judío Amedeo Modigliani (1884-1920) ya firmó su sentencia de muerte. Estaba condenado a una vida de enfermedades y alcoholismo. Pero, curiosamente, fue una enfermedad lo que le llevó a convertirse en artista.

Con once años, pasó largas temporadas en cama debido a una grave pleuritis. Y, con catorce, enfermó de tifus. Fue durante un delirio febril provocado por esta enfermedad cuando tuvo la visión que determinaría su vida: obras maestras de museos e iglesias italianas, que fueron interpretadas por "Dedo" (apelativo familiar) como una señal que le invitaba a iniciar su destino de artista. Cuando un milagró lo salvó de la tifus, su familia le inscribió en la academia de arte de Liorna. Dos años más tarde, contraerá la tuberculosis, causa de su temprana muerte.

Modigliani con 31 años

En 1903 asiste en Venecia a clases de desnudos. Será en esta ciudad donde comienze su vida bohemia, pues durante los dos años siguientes conoce a los "amigos del hachís" y participa, presuntamente, en sesiones espiritistas.

Se trasladará a París, capital de la pintura vanguardista, en 1906. Allí vivirá entre artistas como Picasso, Derrain, Diego Rivera o Utrillo, con el que entabla una gran amistad. Antes de 1914, el artista habrá expuesto en dos ocasiones, gracias al médico Paul Alexandre, quien se convierte en su mecenas. Durante esos años, también se dedicó de forma intensa a la escultura y mantuvo dos relaciones sentimentales: una con la poetisa rusa Anna Ajmátova, y otra con Beatrice Hastings, una escritora inglesa que será su modelo preferida de los retratos que pinta en esa época.

La judía, 1908.

La amazona, 1909.

Retrato de Pablo Picasso, 1915.

De izq. a der.: Modigliani, Picasso y André Salmon, 1916

En 1917 pinta su serie de desnudos, que alcanza los treinta lienzos, y consigue exponerla. Sin embargo, esta primera exposición individual estuvo marcada por la intervención policial a causa del erotismo que emanaban los cuadros. Ese mismo año conoce a Jean Hébuterne, una adolescente de 19 años que estudiaba pintura y que se enamoró completamente del pintor. Ella nunca ejerció de modelo para los desnudos de Modigliani.

Desnudo sentado en un diván, 1917.

Desnudo femenino acostado, 1917.

Son estos desnudos y sus famosos retratos los que reflejan el estilo por el que Modigliani ha pasado a la posteridad. Se trata de un estilo basado en trazos gruesos y figuras perfiladas. Utiliza unos colores muy intensos (rojo, azul prusia, blanco) que producen contrastes destinados a resaltar aún más el cuerpo femenino que enmarcan. Este es el caso de la pintura que presentábamos al comienzo: Desnudo rojo. En el lienzo vemos como la figura se recuesta entre el cálido rojo y el frío azul, consiguiendo que sea su cuerpo el auténtico foco de atención, con una postura similar a la de la Maja desnuda de Goya.

No obstante, es la manera de representar la mirada del retratado lo que más suele impresionar en la obra de Modigliani. Son, en su mayoría, ojos vacíos, donde no se distingue el iris ni la pupila, pero sí la dirección de la mirada.

Joven pelirroja en camisa, 1918.

Desnudo en pie - Elvira, 1918

Jean acompañará a Modigliani en sus tres últimos años de vida, tiempo durante el cual Modigliani no deja de frecuentar los bares, a pesar de la prohibición médica. Alquilan un piso juntos y, un año más tarde, nace la hija de ambos.

Al año siguiente, 1919, firman una promesa de matrimonio estando Jean, de nuevo, embarazada. Pero no pudieron disfrutar del matrimonio, pues a finales de año, Modigliani cae gravemente enfermo de tuberculosis. Muere un 24 de enero de 1920, cuando aún no había cumplido los 36 años, dejando a Jean viuda con 22 años. Pero ésta no puede soportar la ausencia del pintor y, al día siguiente, se arroja desde un quinto piso, matando a su vez al bebé que llevaba en su interior.

Jean Hébuterne

Modigliani en su estudio, 1918

Jeanne Hébuterne con jersey amarillo, 1919.

Retrato de Jeanne Hébuterne, 1919

La única hija del artista, Jeanne Modigliani, al quedar huérfana de padre y madre con tan solo un año, es adoptada por la hermana del pintor. Más tarde, se convertirá en la biógrafa de su padre. A ella se le dedicó la siguiente película, protagonizada por Andy García:



Entrada dedicada a Natalia. Gracias por todo lo que me aportaste.